Si las ciudades (y la arquitectura que las sustenta) son reflejo de los valores de la sociedad, el proyecto para un edificio universitario del Estado de Chile debe promover la inclusión e interacción social para lograr “nivelar la cancha”, ampliando el acceso a la educación superior desde la perspectiva del derecho social en beneficio de los más vulnerables y alejada de la mirada de esta como un bien de consumo, promoviendo espacios en que el conocimiento no sea solo impartido sino compartido y vivenciado.
El proyecto se funda por un lado, en el concepto acuñado por Malaguzzi (pedagogo italiano fundador de la filosofía Reggio Emilia) del espacio de aprendizaje como tercer maestro haciéndose cargo del potencial de asumir su rol transformador más allá de mero facilitador de la enseñanza-aprendizaje y, por otro, en el concepto propuesto por Claude Parent y Paul Virilio de habitar el espacio oblicuo, hacer abandono de los ejes cartesianos para vivir en una conciencia corporal de transformación permanente.