RESTAURACIÓN, REHABILITACIÓN Y AMPLIACIÓN EN EL CORAZÓN PATRIMONIAL DE SANTIAGO DE CHILE.
En 1872 se construye el Palacio Errázuriz. En 1941 el Gobierno Brasileño adquiere el Palacio y construye un nuevo edificio para emplazar allí su Cancillería. El resultado de todas estas intervenciones y ampliaciones provocan una falta de jerarquía, que confunde lo original con la copia, lo histórico con lo nuevo y lo público con lo privado.
El nuevo proyecto traza un límite que independiza de manera clara las oficinas de la residencia, el Palacio de la Cancillería, y que sirve para enmarcar el edificio patrimonial. Este límite debiera mantener una permeabilidad visual, para permitir disfrutar del jardín. Una piel de madera que dialoga con el jardín, consolida el límite y conecta interior – exterior, independizando el carácter público de oficinas con el privado de residencia.